Cuando no se puede, no se puede.
Lo intentas, luchas contra todo pero no hay manera. La suerte no te sonríe.
Pues eso es lo que le lleva pasando a Fernando Alonso desde que llegó a Mclaren
en 2007.
Llegaba al equipo británico después
de conseguir con Renault dos campeonatos del mundo. Iba con intención de seguir
en lo más alto. Era el primer piloto del equipo pero no contaba con que su
compañero de equipo, un recién llegado, sería el enchufado del jefe. Me refiero
a Lewis Hamilton. La historia vendría de antes pero estalló en Mónaco, cuando
Hamilton se quejó de una maniobra de Alonso, con la cual acabaría ganando la
carrera. A partir de ahí todo eran problemas, mal ambiente, tensión…
Tras acabar ese año de mala
manera y sin el título de campeón, el piloto asturiano decidió aceptar la
oferta de Renault. Fernando sabía que no tenían coche para aspirar al título pero
en ese momento era su mejor opción. En
la escudería francesa, pasó dos años. El primero fue de menos a más. Consiguió
acabar quinto al final de la temporada, a pesar de tener un coche bastante
inferior. Es cierto que en Renault, se pusieron las pilas y le mejoraron el monoplaza
a mitad de temporada. Si no hubiera sido por el mal comienzo de temporada,
hubiera podido competir con los coches más potentes. En su segundo año, había
optimismo pero finalmente fue un año en el que el coche a veces se le veía capaz
de competir y en otras no. Tuvo muchos problemas mecánicos y eso tampoco ayudó.
En 2010 firmó por Ferrari. Una
escudería con muchísimo prestigio dentro de la Formula 1. El primer año, sino
hubiera sido por un fallo del director estratégico, Alonso hubiera logrado su
tercer campeonato del mundo. En 2011, no
hubo posibilidad alguna de luchar por el título. En 2012 acabó segundo en la clasificación, por detrás de
un Vettel intratable gracias a su monoplaza.
En 2013 más de lo mismo, Ferrari no consiguió darle al asturiano un
coche lo suficientemente competitivo y otro año más quedó subcampeón del mundo.
Esta temporada está prácticamente
acabada y se puede decir con total seguridad, que ha sido otro nuevo fracaso de la escudería
italiana. No puedes tener al mejor o uno de los mejores pilotos de la parrilla
en tu equipo y no darle un coche con el que pueda competir. Parece ser que la
relación entre el piloto asturiano y la escudería italiana va a llegar a su fin.
No se ha confirmado aún pero con la marcha de Vettel de Red Bull y el descontento
de Fernando, se da por hecho.
Se está especulando sobre cuál
podría ser su futuro. Mercedes, Mclaren e incluso año sabático, estas son las
noticias que se han escuchado sobre este tema.
En declaraciones del asturiano,
ha dejado claro que su futuro lo tiene decidido desde hace unos meses pero lo
desvelará a final de temporada.
Como aficionado a este deporte
solo pido que la próxima temporada, pongan medidas que hagan que la Formula 1
se vuelva más impredecible y que no haya un equipo que les saque un segundo al
resto. Que haya espectáculo y emoción. De
esta manera, este deporte tendrá más tirón y conseguirá más aficionados.
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